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Écouter Gilles Deleuze
Sur Leibniz Les principes et la liberté
Aquí estamos, nos encontramos frente a tres cuestiones.
Primera cuestión, lo hemos visto la última vez, se trata de la extrema importancia de la noción de singularidad, y creo que singularidad o punto singular, es una noción de origen matemático que aparece con los inicios de la teoría de las funciones. Los historiadores de las matemáticas consideran, y eso es justo, que la teoría de las funciones es, sin duda, la primera gran formulación de la que depende lo que se llama las matemáticas modernas. La teoría de las funciones analíticas. Ahora bien, Leibniz está en la base de esta teoría de las funciones. La importancia de Leibniz en matemáticas es sin duda que en sus obras matemáticas elabora una teoría de las funciones, la cual no habría, no digo que nada por desarrollar, sino a la cual habrá muy poco que cambiarle. Entonces es un acto matemático fundamental, que orienta las matemáticas hacia una teoría de las funciones. Ahora bien, los puntos singulares o las singularidades son el instrumento esencial de esta teoría; simplemente que Leibniz no se contenta con ser el primer gran matemático en desarrollar toda una teoría de las funciones, no digo que se la invente porque en el siglo XVIII (?) Que se dibujan los rudimentos de una gran teoría de las funciones, pero en Leibniz no se trata simplemente de eso, sino que se con él el concepto de singularidad se enjambra y deviene un concepto filosófico-matemático, ¿en qué sentido? En el sentido exacto en que -en general- podemos decir: las singularidades, habíamos visto que habían de muchos tipos; y para nosotros será un objeto clasificar las singularidades, en el sentido leibniciano del término singularidad. Ahora, en el primer sentido de la palabra singularidad, para Leibniz ¿Qué es una singularidad? Yo diría, muy sumariamente, que una singularidad es una inflexión o, si ustedes prefieren, un punto de inflexión, y bien el mundo es la serie infinita de las inflexiones, el mundo es la serie infinita de las inflexiones posibles. Mi primero pregunta-conclusión es: ¿qué es una singularidad o qué es un punto singular? Una vez dicho que -en general- nosotros podemos decir que una singularidad es una inflexión, o bien una singularidad está allí donde pasa algo en una curva.
Entonces nuestra idea, desde el comienzo, de la superficie de curvatura variable que es el tema que nos ha parecido fundamental en Leibniz, es inseparable de una técnica y de una filosofía de las singularidades y de los puntos singulares. Yo no tengo necesidad de insistir, pienso, sobre la novedad del sentido de una tal noción, pues bien, de antemano la lógica conocía lo universal, lo general, lo particular, lo singular. Pero la singularidad en el sentido del punto de vista singular, o de lo que sucede a una línea, eso es algo completamente nuevo, y en efecto es de origen matemático.
Entonces, en ese nivel puedo definir filosóficamente un acontecimiento como un conjunto de singularidades. Yo diría, en ese momento, que la noción no es solamente de origen matemático sino de origen físico. Un punto crítico en física, evaporación, cristalización, todo lo que quieran, un punto crítico en física se presenta como una singularidad. Todo esto, ustedes lo sienten, es ya un conjunto de problemas. Hacemos un homenaje a Leibniz por el advenimiento de esta noción matemático-físico-filosófica, el punto singular.
Tenemos un primer grupo de cuestiones que, para nosotros, están bien planteadas, pero que ustedes sienten que son materia para un desarrollo, una búsqueda.
Segunda cuestión, o segundo presentimiento que tenemos: puede ser que entre dos singularidades haya un tipo de relación de hecho original, y una lógica del acontecimiento exige que este tipo de relación sea especificada. ¿Qué es una relación, y de qué tipo son las relaciones entre singularidades? La última vez yo adelante una hipótesis a partir de la siguiente idea, una noción tan rara como la que Leibniz instaura diciendonos: si ustedes toman un conjunto de posibles, no son forzosamente composibles, entonces la relación de composibilidad y de incomposibilidad sería ese tipo de relación entre singularidades, "Adán no pecador" es incomposible con el mundo donde Adán ha pecado. Una vez más, esto es lo que me importa, comprendan bien, "Adán no pecador" es contradictorio con "Adán pecador", pero no es contradictorio con el mundo en que Adán ha pecado. Simplemente entre el mundo en que Adán ha pecado y el mundo en que Adán no peca hay incomposibilidad. La situación de Dios cuando crea el mundo es muy rara, vean ustedes, y esto hace parte de las ideas más celebres de Leibniz, la situación de Dios cuando crea el mundo es que Dios se encuentra en una situación en la que él elige entre una infinidad de mundos posibles, elige entre una infinidad de mundos igualmente posibles, pero que no son composibles unos con otros. En el entendimiento de Dios hay una infinidad de mundos posibles y Dios va a elegir, pero esos mundos posibles no son composibles unos con otros, y él va a elegir uno de ellos.
¿Cuál? Afortunadamente no tenemos todavía que ocuparnos de ese asunto, pero es facíl adivinar la respuesta de Leibniz, él elegirá el mejor. El mejor, elegirá el mejor de los mundos posibles, no puede elegir a todos a la vez, pues son incomposibles, elegirá el mejor de los mundos posibles. Idea muy, muy curiosa, pero ¿qué quiere decir el mejor, y cómo elige el mejor? Necesita una especie de cálculo. ¿Qué será el mejor de los mundos posibles y cómo lo elige? ¿Leibniz no se inscribe en una amplia teoría de los filósofos para los que la actividad superior es el juego? Decir simplemente que, para muchos filósofos, la actividad superior o divina es el juego, es no decir gran cosa, porque se trata de saber de que juego se trata, y las oportunidades según la naturaleza del juego. Es sabido que ya Heraclito invocaba el juego del niño jugador, pero todo depende de a qué juegue el niño-jugador, ¿el Dios de Leibniz juega al mismo juego que el niño de Heraclito? ¿Nietzsche invocará el mismo juego? ¿será el mismo juego de Mallarme? Leibniz nos está forzando a hacer una teoría de los juegos, más aún e él mismo le apasionaba hacer una teoría de los juegos.
En el siglo XVII comienzan las grandes teorías de los juegos. Leibniz le prestara su concurso, y yo aporto la siguiente observación erudita: Leibniz conocía el "go", eso es muy interesante, él conocía el "go", dice "un juego chino", y dice que la gran diferencia entre el go y el ajedrez -y en eso es muy acertado-, es que el ajedrez hace parte de los juegos en los que se trata de tomar, tomar piezas. Ustedes ven como se esboza una clasificación de los juegos, no se toma de la misma manera en el ajedrez que en las damas, entonces hay muchos modos de captura, pero son juegos de captura. Mientras en el go se trata de aislar, de neutralizar, de rodear, no tanto de capturar, de inactivar. Entonces digo "observación erudita", es que en las ediciones de Leibniz en el siglo XIX, el juego del go es tan poco conocido que, a propósito de ese texto de Leibniz, hay una nota, por ejemplo en el Couturat, a inicios del siglo XX, Couturat que es un gran especialista, a la vez de las matemáticas y de Leibniz, hay una nota de Couturat sobre la alusión de Leibniz a ese juego chino, el nos dice a que remite esto y lo describe un poco, para luego decir "según lo que nos ha dicho un especialista chino". Entonces es muy curioso puesto que, según la nota de Couturat, el go no era conocido en ese momento. A Francia se lo importo recientemente. Bueno, en fin, pierdo el tiempo... era para decirles a ustedes... para decirles ¿qué?... Si, ¿al final de que cálculo, de que juego, Dios va a elegir un mundo determinable como el mejor? Bueno dejemos eso de lado porque no es difícil, la respuesta no es difícil, y por el momento navegamos en lo difícil.
Lo que nos importa, y es mi segunda pregunta, es: ¿cuál es el tipo de relación que permite definir la composibilidad y la incomposibilidad? La última vez yo estuve forzado que los textos de Leibniz fallaban un poco en este aspecto, pero que teníamos el derecho de intentar una hipótesis, y la hipótesis que intentamos era: se puede decir que hay composibilidad entre dos singularidades cuando el prolongamiento de una va hasta la vecindad de la otra dando lugar a una serie convergente, y al contrario, incomposibilidad cuando las series divergen. Sería entonces la convergencia y la divergencia de las series la que me permitiría definir la relación de composibilidad e incomposibilidad.
Entonces la composibilidad y la incomposibilidad serían las consecuencias directas de la teoría de las singularidades. Es mi segundo problema, e insisto sobre eso, son problemas. Es el segundo problema que se podría sacar de nuestra sesión precedente.
Tercer y último problema, es que, entonces, yo tendría al menos -ventaja inapreciable... lo veremos-, yo tendría al menos una última hipótesis sobre esta cuestión fundamental en Leibniz: ¿qué es la individualidad o la individuación? ¿por qué es una cuestión fundamental en Leibniz? Ya lo hemos visto, si es verdad que toda sustancia es individual, si es verdad que la sustancia es la noción individual designada por un nombre propio, ustedes, yo, César, Adán, etc... la pregunta "¿en qué consiste la individuación?", ¿quién individua la sustancia si toda sustancia es individual? Se vuelve fundamental. Mi respuesta o mi hipótesis era esta: ¿no podemos decir que el individuo, la sustancia individual, es una condensación, es un condensado de singularidades composibles, es decir convergentes? Eso sería una definición del individuo, no hay nada más difícil por definir que el individuo, si eso se puede decir, diría entonces, que los individuos son singularidades de segunda especie. ¿Qué quiere decir un condensado de singularidades? Por ejemplo el individuo Adán lo defino por -primera singularidad-, y retomo los textos de las cartas a Arnauld: "primer hombre"; segunda singularidad: "en un jardín"; tercera singularidad: "tener una mujer nacida de su propio costado"; cuarta singularidad: "haber sucumbido a la tentación". Ven ustedes series de xxxx (poco audible, posiblemente "singularidades"), ellas pre-existen al sujeto, ¿en qué sentido? Existe una expresión perfecta para nosotros, diremos de las singularidades que son pre-individuales. Entonces no hay ningún círculo vicioso, lo que sería muy fastidioso, al definir al individuo como un condensado de singularidades, si las singularidades son pre-individuales. "Condensado" ¿qué significa? Todo tipo de textos de Leibniz nos dicen y recuerdan que los puntos tienen la posibilidad de coincidir, al menos por esto los puntos no son las partes constituyentes de lo extenso. Si tengo un número infinito de triángulos, por ejemplo, o de ángulos, si tengo un número infinito de ángulos, puedo hacer coincidir sus vértices. Diría que "condensado de singularidades" significa que los puntos singulares coinciden. El individuo es un punto, como dice Leibniz, pero un punto metafísico, el punto metafísico es la coincidencia de un conjunto de puntos singulares, de ahí la importancia -pero eso es lo que hemos hecho desde el comienzo, pero tiendo a justificarlo perpetuamente-, es sabido que Leibniz nos repite todo el tiempo: solo hay sustancias individuales. Finalmente no hay mas real que, entiendan, no hay más real que las sustancias individuales. Pero eso no impide, lo hemos visto, y eso es lo que hemos hecho, que sea necesario partir del mundo, es decir es necesario partir de la inflexión. Es necesario partir de la serie infinita de las inflexiones. Solo en segundo lugar se percibirá que las inflexiones -o el mundo mismo- solo existe en las sustancias individuales que lo expresan. Pero eso no impide que las sustancias individuales resulten del mundo, es lo que les decía, es necesario absolutamente mantener las dos proposiciones a la vez: las sustancias individuales son para el mundo, y el mundo está en las sustancias individuales. O, como dice Leibniz: Dios no ha creado a "Adán pecador" -ese es el texto clave para mi, puesto que, sin ese texto, todo lo que hemos hecho, el orden que hemos seguido en el primer trimestre, es decir ir del mundo a la sustancia individual, no sería valido. Dios no ha creado a "Adán pecador", él ha creado el mundo donde Adán ha pecado, una vez dicho que el mundo donde Adán ha pecado solo existe en las nociones individuales que lo expresan, aquella de Adán y las de todos nosotros que vivimos bajo el pecado original. Bueno... entonces, ustedes ven... mi tercer punto es toda esta esfera del problema de la individuación del que creo que Leibniz es, también aquí, el primero.
Si resumo los tres puntos, digo que -entre todas las cosas fundamentales que Leibniz ha aportado a la filosofía- está primordialmente la irrupción de la noción matemático-físico-filosófica de singularidad, a la que responde mi problema "pero a fin de cuentas ¿qué es una singularidad?", porque no se habrá nunca terminado con la singularidad como elemento constituyente de los acontecimientos. Una lógica de los acontecimientos, una matemática de los acontecimientos, es una teoría de las singularidades. Ahora bien en matemáticas esta se confunde con la teoría de las funciones, pero nosotros reclamamos no solo una teoría de las funciones, sino también reclamamos una lógica del acontecimiento.
Segundo punto: los tipos de relaciones de una singularidad con otra, composibilidad, incomposibilidad, series convergentes, series divergentes, y ¿cuáles son las consecuencias de todo esto para el entendimiento de Dios, y para la creación del mundo, y para el juego de Dios? Si Dios crea, es decir elige el mejor de los mundos posibles, lo hace por una especie de cálculo o de juego.
Tercer punto: ¿Qué es la individualidad si partimos de la idea de que condensa un número de singularidades, o bien una infinidad de singularidades, etc... siendo esas singularidades, entonces, necesariamente pre-individuales?
Estos son tres problemas rudos. Aquí es muy fácil, yo quisiera sacar consecuencias sosegantes. Ven ustedes esta curiosa situación, la composibilidad, la incomposibilidad. En el entendimiento de Dios se trata de una infinidad de mundos posibles -aquí Leibniz va a fondo-. Pido perdón a quienes estaban aquí hace dos años, yo ya he hablado de esto a propósito de otra cosa, a propósito de un problema concerniente a lo verdadero y lo falso, y entonces necesitaba toda la evidencia que retomo, pero voy a hacerlo muy rápido. Hablo para quienes no estaban aquí. Hay tres textos fundamentales que deben ustedes considerar; el primero es muy celebre, es el de Leibniz La teodicea. En La teodicea, tercera parte, parágrafos 413 y siguientes, es un texto eminentemente barroco. ¿A qué se llama un relato barroco? Por ejemplo Gerard Genette, entre otros críticos que se han ocupado de esto, y en general, todos están de acuerdo para decirnos que lo que caracteriza los relatos barrocos -a primera vista, inmediatamente-, es ante todo el encajamiento de relatos los unos en los otros, de una parte, de otra parte la variación de la relación narrador/narración, las dos hacen una. A cada relato encajado en otro corresponde, en efecto, una relación narrador/narración de un nuevo tipo.
Si usted toma, a partir del parágrafo 413, la historia muy curiosa que cuenta Leibniz, y que es bella -como todo en La teodicea- verán ustedes que es un relato barroco pues, como él parte de un diálogo entre un filósofo del ranacimiento que se llama Valla... fin de la cinta ...
... es invocado un personaje romano, Sexto, el último rey de Roma que ha mostrado pasiones males y que principalmente ha violado a Lucrecia; algunos dicen que es su padre el que ha violado a Lucrecia, bueno pero en la tradición de Leibniz es Sexto el que ha violado a Lucrecia. Y la cuestión es: ¿cuál es la falla de Dios, Dios es responsable del mal? Ese primer relato, el diálogo Valla-Antoine, en ese primer relato se encaja un segundo relato que es el de Sexto que va a consultar a Apolo, para preguntarle, pero en fin, Apolo, ¿qué va a sucederme? Después se yuxtapone un tercer relato: Sexto está insatisfecho con lo que le ha dicho Apolo, y va a encontrar a Júpiter mismo. Se dirige a Júpiter para obtener una respuesta de primera mano. Variaciones del relato. En la entrevista Sexto-Júpiter, hay un nuevo personaje que es Teodoro el gran sacrificador, Teodoro el gran sacrificador amado por Júpiter, y nuevo relato, Teodoro es quien asiste al diálogo de Sexto y de Júpiter, dice a Júpiter: al menos no le has respondido. Júpiter le dice: ve a ver a mi hija Palas. Entonces el último relato está imbricado en los otros relatos: Teodoro va a ver a Palas, la hija de Júpiter. Vean ustedes como esto constituye un considerable encajamiento. Y allí (Deleuze estalla en una risa) ¡Teodoro, se duerme! Esto es típicamente Barroco. La novela barroca es completamente así. Entonces yo no puedo creer que Leibniz... él sabe perfectamente lo que hace; en el final de La teodicea que es perfectamente loco, el sabe perfectamente lo que hace. Es una gran imitación barroca y, una vez más, él lo sabe.
Entonces Teodoro se duerme, pero sueña. Sueña que habla con Palas, y Palas le dice: ¡ven y sigueme! Y lo lleva a ver una espléndida pirámide trasparente. Es el sueño de Teodoro, es el palacio de los destinados. Entonces comienza un tema arquitectónico que debería hacernos gozar. El palacio de los destinados, del que soy el guarda, dice Palas. Dice que Júpiter viene de vez en cuando, viene algunas veces a visitar estos lugares para darse el placer de recapitular las cosas y renovar su propia elección. Dios viene a visitar esta arquitectura, esta arquitectura transparente. ¿Qué es esta arquitectura transparente? es una inmensa pirámide, que tiene una cúspide, pero que no tiene fin. ¿Sienten venir algo? Eso quiere decir que, en lo infinito de los mundos posibles, hay un mundo que es el mejor, pero no hay uno que sea el peor. Del lado de abajo se va al infinito, pero no hacia arriba. Hay un máximo pero no hay un mínimo. Eso nos interesa porque es necesario tomar todo matemáticamente. Veremos que, en las listas de todo lo que es punto singular, hay un momento en que surgirá, -no para el momento-, o surgirán las ideas de que hay el máximo y el mínimo. Creo que el máximo y el mínimo en Leibniz no son del mismo tipo. A nivel de los mundos hay un mundo que es el mejor, pero no hay un mundo que sea el peor. Tengo entonces mi pirámide sin fin pero que tiene una cúspide, y en lo alto... pero señalemos que eso plantea un problema; el texto es espléndido, espero que lo lean, eso plantea un problema porque ¿cómo organizarla, aún si intento hacer un dibujo? De hecho en lo alto hay un apartamento -"apartamento" es la palabra que emplea Leibniz. Ustedes recuerdan nuestras historias, del piso de arriba, el piso de abajo, todo eso, y todo eso es retomado en este admirable texto. Hay un apartamento que termina en punta, si yo comprendo bien, este ocupa toda la región superior de la pirámide. Y en este apartamento vive Sexto, bueno, abajo, nos dice Leibniz, hay otros apartamentos, entonces todo se complica. Miro todos esos apartamentos y no es fácil ¿cómo se organizan? A mi manera de ver no es posible que tuviera la cabeza abajo, en otros términos, capten: ¿cómo llenar una pirámide y con que figuras. Yo diría que aquella es la figura de los apartamentos. Es un problema que conocen los matemáticos y es un problema apasionante, al nivel más simple, estando dada una superficie ¿cómo dividirla de tal manera que no haya ninguna parte vacía? Más simplemente ¿cómo adoquinar un espacio? Los problemas de adoquinado, también son problemas de arquitectura, pero también son problemas de matemáticas.
Por ejemplo: ¿podemos adoquinar un círculo con círculos, o habría partes vacías? ¿Dada una superficie con qué podemos adoquinarla? El oficio de empedrador parece ser nada, pero es uno de los más bellos oficios del mundo. El adoquinado es una actividad divina. La prueba es que Leibniz, en un texto celebre titulado Del origen radical de las cosas, sobre todo que ese texto tiene quince páginas, y bien, Leibniz evoca explícitamente, a propósito de la creación del mundo por Dios, el adoquinado. Es decir que el supone eso en lo que, por todas partes, no cree, pero poco importa -supone que el espacio es asimilable a una superficie dada, y dice: Dios elige necesariamente el mundo que llena mejor y al máximo este espacio. En otros términos Dios elige el mundo que adoquina mejor el espacio de la creación. Entonces ¿cómo voy a adoquinar mi pirámide de apartamentos de tal manera que no haya vacío? Es interesante, hay que suponer que, si son pequeñas pirámides, algunos apartamentos tienen la punta abajo, sino eso no funciona.
Vean ustedes, planteo todo esto para abrirlos sobre problemas inmensos. Pero entonces en los apartamentos más bajos... cada apartamento, dice Leibniz, no se donde, pero creanme, cada apartamento es un mundo.
Encuentro el texto, "allí abajo la diosa Palas conduce a Teodoro a uno de los apartamentos. Cuando estaba allí eso ya no era un apartamento, era un mundo". Tengo la impresión de que es la entrada en el barroco. Usted entra en la pieza barroca y al mismo tiempo que entra, ya no es una pieza, es un mundo. Ustedes ven un primer apartamento en el que tienen un Sexto, y después otro apartamento, abajo, nunca hay el piso de abajo, siempre hay un piso más abajo, pero hay un piso que es el más alto. Entonces en el piso más alto tienen un Sexto y en los pisos siguientes tienen otros Sexto. ¿Presienten el problema? porque son Sextos y eso es un problema para nosotros. Entonces esto se complica, pero en ese texto -que es simplemente divertido- me interesa todo, él dice: cada uno de los Sextos, en los apartamentos, tienen una cifra sobre la frente, una cifra, 3000, 10000, y como hacía abajo es infinito, ustedes tienen un Sexto con la cifra 1000000. Y el de arriba tiene 1. ¿Por qué tiene una cifra? Es que al mismo tiempo, ustedes recuerdan que yo les había dicho que la pieza de arriba era un gabinete de lectura en el barroco, en cada apartamento hay un gran volumen de escrituras. Teodoro no puede impedirse preguntar ¿eso qué quiere decir? ¿por qué hay un gran volumen de escrituras? Palas responde: "es la historia de ese mundo", la historia de ese mundo en el que estamos ahora de visita, le dice la diosa. Es el libro de los destinados. Ustedes han visto un número sobre la frente de Sexto, busquen en ese libro el sitio que marca. Teodoro lo busca y encuentra la historia de Sexto, toda la historia de Sexto. Sin embargo veo a Sexto en su apartamento transparente, ¡si!, ¡si! Lo veo, y el imita una secuencia; por ejemplo viola a Lucrecia, o algo más conveniente, se hace coronar rey de Roma. Eso lo veo, teatro. Pero no todo esta montado, en otras palabras, el conjunto del mundo al cual pertenece ese Sexto, es decir el conjunto del mundo en el cual está Sexto, quien viola a Lucrecia y que se hace coronar rey de Roma, con el que Sexto es composible, no lo veo, lo leo en el libro. Vean ustedes la combinación leer-ver propia del barroco, y también lo que llamamos, la última vez, el emblema, diciendo que el barroco es emblemático, lo encontramos completamente aquí.
Vagabundeo. Sexto arriba, bueno pero abajo veo un Sexto que va a Roma, pero renuncia a hacerse coronar. Como dice Leibniz, compra un pequeño jardín y se convierte en un hombre rico y respetado. Es otro Sexto, tiene una cifra sobre la frente. yo diría: eso Sexto número dos es incomposible con el apartamento de arriba, con el mundo de arriba, con el mundo 1. Y después veo un tercer Sexto, que renuncia a ir a Roma, que va a otra parte, a Tracia y se hace coronar rey de Tracia, no viola a Lucrecia, supongamos etc., etc... al infinito. Ven ustedes como todos esos mundos son posibles, pero son incomposibles entre ellos, ¿qué quiere decir eso? Quiere decir que hay divergencia, hay un momento en que eso diverge. ¿Porque son todos los Sextos? Retomaremos el problema porque es muy importante, pero podemos suponer que es porque un pequeño número de singularidades les son comunes. Todos son hijos de Tarquino, y sucesores del rey de Roma; pero en un caso él sucede efectivamente a su padre, en otro caso renuncia a la sucesión y sale de Roma, en otro caso renuncia a la sucesión pero permanece en Roma. Las divergencias, como ven, no pasan de un mundo a otro, las divergencias que definen la incomposibilidad no pasan necesariamente en el mismo punto. Esto es muy importante: tengo una red de divergencias que no comienzan en la misma singularidad, o que no comienzan en el paso de la misma singularidad con otra. Tienen ustedes este cuadro extremadamente alegre de los mundos incomposibles, un conjunto de composibilidad, un conjunto de singularidades composibles definiendo un mundo, y Dios elige, elige el mejor de los mundos posibles.
Quiero hacer, muy rápidamente, alusión a dos textos fundamentales, ustedes encontrarán dos textos literarios típicamente leibnicianos. Uno de ellos no tiene problema pues el autor es extremadamente sabio y ha hecho una versión típicamente leibniciana, lo que de todos modos es curioso, pero no hay necesidad de citarla, es Borges, bajo el título El jardín de los senderos que se bifurcan. La incomposibilidad ha devenido, bajo la pluma de Borges, la bifurcación, los senderos que se bifurcan. Eso está en un volumen titulado Ficciones, El jardín de los senderos que se bifurcan, les leo un pasaje: cuenta una novela que ha hecho un misterioso autor Chino: "En todas las ficciones, cada vez que un hombre se enfrenta con diversas alternativas, opta por una y elimina las otras (señalemos que es exactamente la situación del Dios de Leibniz: entre los mundos incomposibles el adopta uno y elimina los otros); el la del casi inextricable Ts'ui Pên, opta por todas. (imaginen un Dios leibniciano perverso, haría pasar a la existencia todos los mundos incomposibles, ¿qué diría Leibniz? Que ¡es imposible! Pero ¿por qué imposible? Porque en ese momento Dios renunciaría a su principio favorito que es el principio del mejor, elegir el mejor; supongan un Dios al que lo tenga sin cuidado el mejor, lo que es imposible evidentemente, imposible, pero supongan un tal Dios, entonces vamos de Leibniz a Borges). Crea, así, diversos porvenires, diversos tiempos, que también proliferan y se bifurcan", de ahí las contradicciones de la novela: "Fang, digamos (es un personaje como Sexto), tiene un secreto; un desconocido llama a su puerta; Fang resuelve matarlo. Naturalmente, hay varios desenlaces posibles: Fang puede matar al intruso, el intruso puede matar a Fang, ambos pueden salvarse, ambos pueden morir, etcétera. En la obra de T'sui Pên, todos los desenlaces ocurren; cada uno es el punto de partida de otras bifurcaciones". Yo diría que en el entendimiento de Dios es exactamente la misma cosa. En el entendimiento de Dios se desarrollan todos los mundos posibles, simplemente hay una barrera: Dios solo hace pasar a la existencia uno de esos mundos, pero en su entendimiento están todas las bifurcaciones; es una visión del entendimiento de Dios como nunca se había tenido. Me gustaría decir en que Borges hace una pura aplicación, un ejercicio de estilo, que viene directamente de La Teodicea.
Pero lo que me interesa más es esa novela que les indicaba y que es todavía más leibniciana. Esa novela viene de alguien de quien no se esperaba y que se revela como gran filósofo, es Maurice Leblanc, gran novelista popular del siglo XIX, muy conocido porque es el creador de Arsenio Lupín. Pero además de Arsenio, él ha hecho novelas admirables, y principalmente una que ha sido reeditada en el libro de bolsillo y que se llama: La vida extravagante de Balthazar. Verán hasta que punto es una novela tortuosa, la resumo rápidamente: tiene como héroe a Blathazar, y Balthazar es un joven que tiene como oficio el de profesor de filosofía cotidiana, y la filosofía cotidiana es una filosofía muy particular pero muy interesante que consiste en decir: nada es extraordinario, todo es regular, todo es ordinario. Todo lo que sucede es ordinario, en otros términos no hay singularidades, eso es muy importante. A Balthazar le sucederán durante la novela todo tipo de espantosos males, y cada vez es seguido por un tímido admirador que se llama Coloquinto. Y Coloquinto le dice: pero señor Balthazar, ¿qué dice la filosofía cotidiana? al menos no es banal lo que nos sucede, y Balthazar refunfuña y le dice: Coloquinto, no comprendes nada, todo es muy ordinario como lo veremos. Y las singularidades se disuelven. ¿Recuerdan mi tema: cómo se desarrollan las singularidades? En su prolongamiento sobre la serie de ordinarios, hasta la vecindad de otra singularidad. Ahora bien ¿Qué es lo que importa, qué los ordinarios dependen de las singularidades o que las singularidades dependen de los ordinarios?
Un texto de Leibniz al que me atengo mucho, en Los nuevos ensayos, y que cite la última vez, nos haría creer que la respuesta es compleja, puesto que Leibniz nos dice: lo que es extraordinario (entiéndase la singularidad) debe estar compuesto de partes que no lo son. Lo extraordinario debe estar compuesto de partes que no lo son, en otras palabras una singularidad está compuesta de ordinarios. ¿Qué quiere decir esto? No es muy complicado, tomen una figura como el cuadrado que tiene cuatro singularidades, sus cuatro vértices, en fin sus cuatro yo no se que, sus cuatro mojones donde cambia de dirección, sus cuatro puntos singulares, puedo decir A, B, C y D, puedo decir que cada una de esas singularidades es un doble punto ordinario, puesto que la singularidad B es la coincidencia de un ordinario que hace parte de AB, y de otro ordinario que hace parte de BC. Bueno, ¿debería decir que todo es ordinario, aun la singularidad, o debería decir que todo es singular, aun lo ordinario? Balthazar ha elegido la primero visión y dice: todo es ordinario, aun las singularidades. Sin embargo, le suceden cosas raras a Balthazar, ya que, él no sabe quien es su padre. A él, contrariamente a los héroes de las novelas modernas, le da lo mismo saber quien es su padre, encuentra que hay un problema de herencia del que necesita que aquel lo saque. Y, Leblanc, el inmortal autor de este libro tan bello, de esta gran novela, da tres singularidades que definen a Balthazar: están las huellas digitales, es una singularidad puesto que sus huellas no se parecen a las de nadie, primera singularidad, las huellas digitales que tiene. Segunda singularidad: un tatuaje que lleva sobre su pecho y que está hecho de tres letras: m, t, p; mtp. De otra parte, tercera singularidad, un viajero que lo ha ido a ver, o al menos, un viajero que le dice: tu padre no tiene cabeza.
Entonces las tres singularidades de Balthazar son: tener un padre sin cabeza, tener las huellas digitales que son las suyas, y tener como tatuaje mtp. Valen por las tres singularidades de Adán: ser el primer hombre, estar en un jardín y tener una mujer nacida de su costado. Podemos partir de ahí. Entonces se suceden toda una serie de padres, primer padre: el conde Coucy Vendome, el responde a las condiciones porque ha muerto degollado, degollado por un bandido, la cabeza suficientemente separada. ¿Balthazar es el hijo? A partir de las tres singularidades dadas, estas se prolongan hasta la vecindad de esta singularidad: ser hijo del conde asesinado. Sin duda sí, en un mundo, en un mundo eso es así, funciona muy bien. Pero bajo esto, en el momento en que Balthazar va a tomar la herencia del conde de Coucy, lo recoge un bandido que le dice
... fin de la cinta ...